¿Viste cuando le
preguntás a alguien qué onda trabajar desde su casa? Lo primero que te dicen 10
de cada 11 personas es que es bárbaro que podés trabajar en pijama. Con el
levante por internet pasa lo mismo: podés trabajar en pijama.
Yo soy bastante
básica con mis herramientas de levante, me acuerdo que en un capítulo de
Friends Rachel le enseñaba a Mónica como ser sexy y le decía que la clave era
usar mucho la palabra “naked”, así que cuando chateaba con un chico y le quería
histeriquear (yo siempre en pijama joggineta, esto es obvio) le decía al pibe x
chat “uy, discúlpame, se me cayó la
toalla porque recién salí de ducharme” o “no sé que ponerme para salir, estoy
acá hace 2 hs chateando en pelotas”. Creanlo o no funcionó. O tal vez no sea
que funciona pero lo que pasa es que ampliamos la capacidad de interacción:
Digo, antes de internet tenías que vestirte, arreglarte, salir de tu casa, ir a
una fiesta o boliche, caminar entre la multitud de gente y si tenías suerte
podías interactuar con 4, 5 personas como mucho. Una noche en pijama en tu
casa, si te ponés las pilas, con tuiter, Facebook, skype, msn si sos retro,
gtalk podés interactuar con 50, 100 personas… alguna tiene que caer por la
boludez de decir “naked”.
Y si, internet
nos dio de coger. Para los más románticos (como yo) está el revival de romance
Oscar Wilde del siglo XIX con las relaciones por mail. Para los más cachondos
está el chat donde en una sola sentada podés pasar de “¿de donde te conozco?” a
“voy para tu casa, ¿¿¿donde vivis???”. Incluso antes, había que hacer algún
esfuerzo, agregar a alguien al icq implicaba conocer su numerito, eran como 9
dígitos, ponerlos todos uno por uno, era más complicado que llamar con una de
esas tarjetas larga distancia. Hoy en día, todo lo que necesitamos es ver una
foto que nos llama la atención en el FB de un amigo, cliquear y poner “agregar
como amigo”.
Pero como
internet trajo ventajas trajo nuevos problemas. Ejemplo: estás chateando con un
amigo. Nou problem, le comentás todas las boludeces que te vienen a la cabeza.
Le hablás cuantas veces quieras, todas las veces al día que quieras. Si no te
contesta pensás “no debe estar delante de la compu”. Mentira, si no te contesta
no pensás absolutamente nada, no dedicás ni un pensamiento a por qué no te contestó,
simplemente es una interacción más de internet, de las miles y miles que
hacemos por día.
Ahora, digamos
que un fin de semana vas a una fiesta y te cruzás a este amigo, pongámosle:
Pablo. Te cruzás con Pablo, toman un poco de más y terminan la noche en su casa
revolcándose y al otro día almorzando juntos y mirando pelis. Todo súper bien,
son amigos, hubo sexo. De hecho son tan amigos que no hace falta aclarar nada
al momento de despedirse. Te vas a de su casa con una sonrisa de oreja a oreja.
Llegás al subte. Seguís contenta. Te empieza a bajar un poco el cansancio y de
repente ZAS: el pensamiento. ¿Significó lo mismo para los dos? O sea, para mí
es obvio que si somos amigos, cogimos, nos quedamos todo el día juntos y nos
despedimos con un beso ¡¡¡de lengua!!!! (esto lo resaltás varias veces cuando
hablas con tus amigas esa noche por teléfono), digo, es obvio que significa que
van a empezar a salir, a ver qué onda, a ver que pasa, digo, pensás, ¿por qué
no?
Peeeeeero,
pensás… ¿y si él no pensó lo mismo? Si para él cogimos porque daba, porque
somos amigos, nos llevamos bien, pero de ninguna manera quiere que empecemos a
salir ni nada. Digo, si él quisiera algo conmigo fuimos amigos tanto tiempo que
algo hubiera pasado antes, tal vez no le interesás, no entendés bien por qué
pero capaz no le interesás, es inexplicable, ya sé, si se llevan re bien, se ríen
de las mismas cosas, escuchan la misma música, boludean a la misma gente, y a
vos el te parece re kiut y vos obvio
que le parecés linda, si sos linda, ¿sos linda, no? ¿soy linda? ¿el piensa que
soy linda?
¿¿¿¿Y DESDE
CUANDO ME IMPORTA QUE PABLO PIENSE QUE SOY LINDA?????
Todo empieza con
el celular. Empezás a mirar el celular. Es clave. Si definitivamente quiere que
pase algo te va a mandar un mensajito, te va a decir que la pasó bien, o te va a
hacer algún chiste sobre algo de lo que hablaron a la noche… El mensajito no
llega. Bueno, tal vez piensa que no quiere ser pesado, o piensa que es tan
obvio que ahora estamos saliendo que no tiene que mandar ningún mensajito, que
sería medio de loser mandar mensajito.
Te bajás del
subte. Subís a tu casa. Prendés la computadora. ¿Tuiteó algo? Nada. ¿Se habrá
quedado dormido? ¿Habrá salido? ¿Salió? ¿Estará con otra mina? No, no, es
cierto, hoy es domingo, hoy Pablo siempre cena con la mamá, Pará loca, te decís
a vos misma, pará, no tuiteó nada, ¡todo bien! Esperás, pasan las horas, nada,
te desesperás. Al fin a las 3 de la mañana linkea una canción en Facebook:
Karma police de Radiohead. ¿Qué onda? Pensás. ¿Qué me quiere decir con eso? ¿Está
hablando de nosotros, de nuestro karma? ¿O se está acordando de la ex? Porque
Pablo con la ex siempre escuchaban Radiohead. Una amiga (a la que despertás a
las 3 am) te dice que capaz no significa nada, que capaz Pablo no te quiso
decir nada posteando Karma police en su Facebook. No, le decís vos, no puede
ser, si acabamos de coger, de pasar el día juntos, ¿cómo no me va a querer
decir nada?
Pensás como le
podés responder…. Qué canción podrías postear vos para responderle… Lo buscás
on line en Facebook, no está. Te desconectás rápido pensando que si te ve on
line va a pensar que vos estabas buscando que él estuviera on line. Te tomás
una pastilla para dormir.
Pasan los días.
Cada vez que lo ves on line no sabés que hacer. El no te habla, no te dice
nada. Bueno, pensás, antes de coger tampoco hablábamos todos los días. Ves un
chiste muy genial en Big Bang Theory, lo querés comentar con él. No sabés que
hacer. ¿Vas a parecer una desesperada si le hablás de Sheldon 2 días después de
coger?
El miércoles
pone en tuiter “que ganas de comer panqueques”. ¿¿¿Con vos??? ¿Tiene ganas de
comer panqueques con vos? ¿Te está mandando un mensaje? ¿O él se siente un
panqueque? ¿Por qué no te habla? Vos no
le vas a hablar, no no no, ¿qué sos, una regalada? Porque el sabe que vos hacés
panqueques… Vos tuiteás algo sobre el nutella, sin arrobarlo, como para que el
asocie, que leíste lo de los panqueques, que entendés el jueguito, que están en
la misma página. El no dice nada. No tuitea más nada sobre los panqueques.
Pasan los días,
lo ves en g talk, en Facebook, en tuiter. Te imaginás que capaz no tuitea pero
se manda DMs con minitas. Mirás su TL y te imaginás todos los DMs que no estás
viendo. Mirás tu columna de DMs: vacía. ¿Qué
onda?, pensás, ¿por qué no le gustaste? Tus amigas te dicen que te relajes, que
antes ni te gustaba Pablo que por qué te pusiste así.
Llega el
viernes, ¿¿¿qué onda??? No te dijo nada, ¡ni siquiera te comentó el partido de
Racing! Ya fue, antes de que él te humille hablando de la mina con la que va a
salir le ganás de mano. Llamás a tu ex, Sebastian, tuiteas “Ups, metí la pata,
hoy tengo una cita con mi ex….”
Le escribís a
Pablo: “boludooooo, necesito un consejo, voy a salir con Sebastián, ¿¿¿qué me
pongo???”