martes, 30 de septiembre de 2008

La música de la felicidad

El tema que suena -Black hole- es exáctamente como suena la felicidad para mí. Esa es la melodía de un shock de alegría.
Y dura dos minutos diecisiete segundos como el tema, si, seguramente es corta, pero cuando estás en la cresta de la ola como yo ahora no pensás en cuando la ola te arrastre por la playa. Simplemente sentís el viento en la cara. Y agradecés tanto ser humano y tener la capacidad de sentirte tan bien tan bien.
Y ya no me pregunto que va a pasar mañana. Hoy es simplemente maravilloso. Ni siquiera hoy. Ahora.
Pienso en hace un rato y pienso en dentro de un rato y sigo la música y bailo por la casa. Y bailo mientras hago pis, y mientras lea los mails también voy a bailar y cuando salga a la calle, y voy a saludar al colectivero, o tal vez no tome colectivo, tal vez camine, tal vez baile por la calle y hoy si ojalá que llueva, así me mojo y chapoteo por la calle. Porque hoy soy feliz y me lo merezco. Y la música me acompaña.

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lunes, 29 de septiembre de 2008

Sugar Town

Yo siempre entiendo cualquier cosa de la letra de las canciones. Y de este tema entendía que decía "Because i´m shu shu shu shu shu shu shu shu shu SUGAR DOWN" O sea, que era algo así como el himno de los faans del chocolate. Digamos, la mina estaba con el azúcar baja y eso explicaba su tristeza o algo así.

Bueno, nada que ver. Aca abajo copio la letra.

Igual ahora yo quiero hacer el tema de la shu shu shu shu sugar down!


I got some troubles but they won't last
I'm gonna lay right down here in the grass
And pretty soon all my troubles will pass
'cause I'm in shoo-shoo-shoo, shoo-shoo-shoo
Shoo-shoo, shoo-shoo, shoo-shoo Sugar Town

I never had a dog that liked me some
Never had a friend or wanted one
So I just lay back and laugh at the sun
'cause I'm in shoo-shoo-shoo, shoo-shoo-shoo
Shoo-shoo, shoo-shoo, shoo-shoo Sugar Town



Yesterday it rained in Tennessee
I heard it also rained in Tallahassee
But not a drop fell on little old me
'cause I was in shoo-shoo-shoo, shoo-shoo-shoo
Shoo-shoo, shoo-shoo, shoo-shoo Sugar Town

If I had a million dollars or ten
I'd give to ya, world, and then
You'd go away and let me spend
My life in shoo-shoo-shoo, shoo-shoo-shoo
Shoo-shoo, shoo-shoo, shoo-shoo Sugar Town
la-la-la-la to end

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domingo, 28 de septiembre de 2008

Mímesis

Cuando estoy con alguien me gusta hacer lo que esa persona hace. No todo, algunas cosas. Pero no es sólo lo que hace sino como lo hace. Por ejemplo: yo tomo té o café o mate, por lo general en mi casa si estoy sola tomo té en saquitos, pero si la persona con la que estoy toma café me gusta tomar café. A mí el café me gusta con leche, pero si él no toma leche primero voy a patalear y pedir que me compre, pero en realidad después voy a disfrutar mucho mi café negro porque es como lo toma él.
¿Qué hace cuando saca un CD de la compactera? ¿Lo guarda en la caja? ¿Lo apila en un costado? Y en caso de que lo apile, ¿lo pone boca arriba o boca abajo? Al principio también lo voy a retar, sea porque es demasiado ordenado y nunca deja un CD fuera de la caja (le voy a decir obsesivo) o porque deja todos los cds tirados. Pero al tiempito me va a gustar hacer exáctamente lo que el hace.
Tuve novios que se lavaban los dientes adentro de la ducha, otros que se metían en la ducha con el calzoncillo puesto y lo lavaban así, novios que después de lavar un vaso lo dejaban parado y no boca abajo para que se seque, novios que trapeaban el piso de la cocina siempre después de comer, novios que dormían boca arriba y con los brazos cruzados tipo vampiro, novios que hacían omelettes de madrugada, otros que andaban en bicicleta, algunos que dejaban los zapatos en la puerta de entrada de la casa, uno le ponía pimienta a las tostadas con manteca, otro guardaba el café en el freezer.

Y cuando me separo la mayoría de esas cosas decantan y las dejo de hacer. Al principio las repito un poco como recordándolo, me hago un mate para mi sola porque él tomaba mate, o me lavo los dientes en la ducha, y con el tiempo la mayoría de esas cosas se van lavando y desaparecen. Pero algunas quedan. Algunas de tanto repetirlas me las adueño en serio y las adopto. Recién, por ejemplo, me di cuenta de que estaba limpiando las piedritas de mi gata exactamente como lo hacía mi ex. Exactamente. Incluida la lavandina y el remojo.

Y pienso que podría hacer una filología de cada una de mis micro acciones cotidianas y ver a quien se la copié, de quién me la adueñe. Cada gesto, cada café, cada giro del lenguaje que uso, estoy segura, de que antes de ser mío fue de un hombre que amé.

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